El fraude de identidad se produce cuando alguien utiliza sus datos personales sin su consentimiento de manera indebida y malintencionada. Esta persona puede abrir cuentas, efectuar compras o incluso cometer delitos en su nombre. Para contribuir a una mejor protección, debe tomar ciertas precauciones cotidianas que le ayuden a salvaguardar sus datos confidenciales de las amenazas.
Un buen ejemplo es visitar sitios web seguros. Tampoco debe compartir sus datos personales con organizaciones no verificadas o extraños que desconozca o no reconozca. Elegir un servicio de protección de identidad, como Avast Secure Identity, puede ayudarle a detectar posibles amenazas. Si sufre un robo de identidad, nuestros especialistas también pueden orientarle durante el proceso de restauración.